“La Transformación Digital para América Latina es una clave de desarrollo social, económico y productivo sobre la cual debemos alinearnos como región.”

La transformación digital requiere un enfoque que va más allá de adaptar tecnología a la operación del negocio, debe tener muy en cuenta los recursos humanos y la cultura de la organización.

Se sabe que actualmente muchas empresas en todo el mundo se encuentran inmersas en procesos de transformación con el fin de convertirse en alguna medida en lo que Michael Dell llama organizaciones digitales, sin embargo no siempre el enfoque incluye lo suficiente en temas como el factor humano y la cultura, centrándose principalmente en adaptar tecnología a la operación de negocio, este enfoque se puede considerar demasiado simple, incluso incompleto, el factor humano y la cultura son elementos vitales dentro de las organizaciones y cumplen con la importante tarea de enfocar la innovación hacia los objetivos de negocio y la mejora en todos los niveles.

La Transformación digital no solamente se relaciona con adaptar dispositivos o sistemas computacionales a la operación del negocio, además, busca reconfigurar la forma en que funciona la organización, sus procesos, el talento humano y la cultura, con el fin de tener adaptabilidad en el presente y en el futuro, promoviendo la innovación y la creatividad. Es así como hoy día adoptar esta tendencia se ha convertido en una pieza clave en la competitividad empresarial más que en una preferencia o necesidad.

Del lado de la tecnología, se encuentran diferentes recursos usados en la Transformación Digital como son: el Big Data y el análisis de datos, Cloud Computing, ciberseguridad, robótica, Internet de las Cosas (IoT), Movilidad, Realidad Aumentada y la integración óptima de procesos. Es determinante que estos recursos estén acompañados de un propósito claro y bien definido, alineado con los objetivos e intereses de la organización para que esta pueda sacar el mayor provecho del proceso de transformación convirtiéndolo en una herramienta de sobrevivencia y diferenciación, la tecnología en si no es la solución completa.

Los primeros pasos y resultados del proceso de cambio se deben orientar a la mejora de la eficiencia y la experiencia del cliente con lo que se puede aumentar la visibilidad y reconocimientos de marca, productos y servicios en los entornos digitales, abriendo la puerta a nuevas oportunidades. Una vez alcanzado un nivel de madurez digital alto, se convierte en una de las claves principales para transformar los negocios y lograr disrupción.

La transformación digital implica cambios en la forma de pensar de las organizaciones, combinando elementos clave como tecnología, recursos humanos y cultura, la ventaja la van teniendo en sus manos aquellas que lo entienden y logran hacer una mezcla equilibrada con la cual pueden obtener verdaderos cambios desde dentro, en sus procesos, estructuras, áreas y departamentos, generando valor e innovación, para así liderar sus industrias captando la atención y preferencia de los consumidores.

Si ponemos la mirada en nuestra región, como suele suceder con algunos fenómenos globales, en América Latina las principales economías se encuentran bastante rezagadas en el desarrollo digital y la innovación comparadas con países como Estados Unidos, China, Corea o India según lo indica Naciones Unidas en un informe reciente sobre Desarrollo Digital a nivel mundial.

Según el C.A.F Banco de Desarrollo de América Latina y su Observatorio del Ecosistema Digital de América Latina y el Caribe, se identifica que en países como Colombia, México, Brasil, Argentina, Chile y Uruguay el rezago se relaciona principalmente con falta de infraestructura y sistemas de conectividad que son fundamentales para lograr el aumento de la tasa de digitalización.

A pesar de que la irrupción del COVID19 en América Latina al final del primer trimestre de este año ha puesto sobre la mesa como un elemento principal la necesidad de acelerar los procesos de transformación digital, y a mediano y largo plazo, estar preparados teniendo en cuenta los aspectos más relevantes de ciberseguridad y protección de datos, y que durante la crisis muchas empresas de la región adaptaron y cambiaron su dinámica de trabajo con tecnología, en comparación con Estados Unidos, China, Corea e India, sin embargo las estadísticas siguen mostrando marcadas diferencias.

Se hace indispensable trabajar en diferentes aspectos con el fin de reducir la brecha de la región, uno de los principales, es que los países adecuen sus políticas para que sean realmente palancas de apoyo que impulsen la adopción de servicios digitales y que sirvan como vehículo de motivación para que empresas y emprendedores se encaminen hacia procesos de transformación digital; así mismo vale la pena, que las empresas referentes de cada sector inviertan algo de tiempo evaluando de qué forma están usando la tecnología en sus negocios, si están sacando el mejor provecho y que aportan en la reducción de la brecha, Según el C.A.F Banco de Desarrollo de América Latina y su Observatorio del Ecosistema Digital de América Latina y el Caribe, si para el 2030 América Latina es capaz de cerrar la brecha digital con la OCDE puede generar un impacto en la productividad que le permitirá crecer por encima del 3%, generando más de 700.000 millones de dólares en crecimiento, visto así, la Transformación Digital para América Latina es una clave de desarrollo social, económico y productivo sobre la cual debemos alinearnos como región.

Fuente: Grupo CMC/Alexander Montealegre

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Categories: Negocios
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