Si echamos la vista atrás, muchos recordarán cómo a finales del año 2019, muchos medios de comunicación especialistas en tecnología y empresas, se hacían eco de una de las principales tendencias tecnológicas que marcaría la segunda década del 2000, el despliegue del 5G.
Sin embargo, la pandemia del COVID-19 frustró los deseos de todos aquellos que habían depositado sus esperanzas en las oportunidades que traería consigo este nuevo estándar de comunicación.
Así las cosas, ha habido que esperar hasta 2022, para que numerosas voces de expertos en tecnología y líderes de organizaciones tecnológicas anuncien que este nuevo año se espera superar la barrera de los 1.000 millones de suscriptores mundiales al 5G, según recoge la publicación ‘The Ericsson Mobility Report’.
El 5G representa una oportunidad, tanto para las empresas como para la sociedad en su conjunto. Los beneficios que trae consigo esta tendencia tecnológica son diversos y muy diferentes: banda ancha móvil de muy alta velocidad, comunicaciones ultrafiables y de baja latencia, mayores niveles de seguridad de red, capacidad para gestionar millones de dispositivos simultáneamente y en tiempo real, la ampliación de la velocidad y de los niveles de cobertura –banda ancha- en las zonas rurales…
Unas ventajas que serán especialmente aprovechadas por aquellos países que cuenten con grandes despliegues de fibra óptica, como es el caso de América del Norte, Asia Oriental y Europa (donde España fue uno de los primeros países en desplegar el 5G comercial).
Fuente: https://www.auraquantic.com/
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